domingo, 23 de noviembre de 2014

Civilizacion romana e Ingenieria en la edad media


Civilización griega y romana
En las construcciones de Micenas, se manejaron enormes bloques de piedra, hasta de 120 toneladas. Además, dominaron el arco falso, una técnica que los ha destacado en el campo de la ingeniería. Este principio lo usaron en las construcciones subterráneas, como tumbas y sótanos, y en las superficiales, en puentes para vías y acueductos.
Los griegos de Atenas y Esparta, no se destacaron por su creatividad e inventiva, sino por el desarrollo de ideas. Su mayor aporte fue descubrir que la naturaleza tiene leyes generales de comportamiento.
El primer ingeniero reconocido en el mundo griego fue Pytheos, constructor del Mausoleo de Halicarnaso, quien combinó allí tres elementos: el pedestal elevado de la columna, el templo griego y el túmulo funerario egipcio.
Otros ingenieros importantes fueron Dinocrates, el planeador de Alejandría, Sostratus, quien construyó el Faro, Arquímedes, Cresibius y Herón, el inventor de la turbina de vapor.
Los mejores ingenieros de la antigüedad fueron los romanos, aunque muchas veces carecieron de originalidad de pensamiento, fueron notables en el momento de aplicar las técnicas, entre las que se destacan los puentes que usaron en vías y acueductos.
Además de los notables puentes de los acueductos, visibles en Europa y Asia, y de los cuales son ejemplos famosos el aguaducho de Segovia o el Pont du Gard, cerca de Nimes, con 50 m de altura y 300 de largo, son altamente notables las famosas vías imperiales, como la Vía Appia y la Vía Flaminia, que atraviesan Italia longitudinalmente. En la cumbre del poder romano, la red de carreteras cubría 290.000 km. desde Escocia hasta Persia.
El grado de desarrollo de la ingeniería romana, se refleja en la aplicación de la misma en las artes militares y en los problemas de navegación, adecuación de puertos y bahías.
De la ingeniería romana quedó fundamentación escrita, como es el caso del libro De Architectura de Vitruvio, fue escreto en Roma en el primer siglo después de cristo.
Cuando el poder se desplazó de Roma a Bizancio, en el siglo sexto después de Cristo, la ingeniería romana se adaptó a nuevas exigencias y surgieron nuevas formas de construcción, en esto los bizantinos superaron a egipcios, griegos y romanos, desarrollaron el principio del arco y lo utilizaron en un domo soportado en las esquinas de una torre cuadrada. Un ejemplo notable de este sistema es la Catedral de Santa Sofía.
La ingeniería en la Edad Media
En este periodo se utilizó por primera vez la palabra Ingeniero.
La principal gloria de la Edad Media no fueron sus catedrales, su épica o su escolástica: fue la construcción de una civilización compleja que no se basó en las espaldas sudorosas de esclavos o peones sino primordialmente en fuerza no humano. Obviamente que un estímulo para este desarrollo fue el decaimiento de la institución de la esclavitud y el continuo crecimiento del cristianismo.
Las principales fuentes de potencia fueron la fuerza hidráulica, el viento y el caballo, que se concretaron en las ruedas y turbinas hidráulicas, los molinos de vientos y las velas, las carretas y los carruajes.
Además se hicieron otros avances técnicos, como el uso del carbón de leña y el soplo de aire para fundir el hierro eficientemente. Otro avance fue la introducción desde China del papel y la pólvora por los árabes, así como las ciencias de la química y la óptica que ellos desarrollaron.
El uso del papel, la invención de la imprenta y la brújula, y la navegación, contribuyeron a la esparcimiento del conocimiento.
Los ingenieros medievales elevaron la técnica de la construcción, en la forma del arco gótico y los arbotantes, hasta alturas desconocidas por los romanos.
De esta época data el reloj mecánico, que influiría tan marcadamente en la civilización moderna.
En Asia, la ingeniería también avanó con complejas técnicas de construcción, la hidráulica y metalurgia , que ayudaron a crear civilizaciones como la del imperio Mongol, cuyas grandes y bellas ciudades impresionaron a Marco Polo en el siglo XIII.




No hay comentarios:

Publicar un comentario